La jornada ejemplar del 2 de diciembre marca un hito democrático en Nuestramérica. En medio de la más amplia libertad política y de opinión el pueblo de Venezuela decidió sobre la propuesta de reforma a la Constitución de 1999, que profundizaba el camino democrático emprendido por este pueblo hermano.
Una contienda de gran envergadura donde se decidía entre el mantener la Constitución actual, una de la más avanzadas por su carácter democrático y social de Nuestramérica, producto de profundas confrontaciones en su sociedad y triunfos del pueblo democrático y revolucionario, y el avance hacia la concreción de herramientas que permitieran acelerar el proceso del llamado Socialismo bolivariano.
La propuesta de Reforma fue una obra colectiva que presentó de inicio el Comandante Presidente Hugo Chávez a la Asamblea Nacional y que en un proceso de discusión por toda la nación se enriqueció y creció en contenido y radicalidad. Fue refrendada por la gran mayoría de la Asamblea y llevada a Referendo para su aprobación o desaprobación por todos los venezolanos y venezolanas.
El pueblo venezolano decidió, en un proceso electoral transparente, que no era viable la Reforma. Con una diferencia de casi doscientos mil votos entre más de 8 millones y con una abstención sorpresiva de más del 45%, negó, por ahora, que los ritmos de las transformaciones necesarias se aceleraran.
Esta fiesta nacional, demostró de manera rotunda el carácter profundamente democrático y participativo del régimen que el pueblo de Venezuela se ha dado y la madurez de sus instituciones bolivarianas. El pueblo venezolano impuso y mantiene un camino pacífico de resolución de sus conflictos, después de decenas de años de luchas populares, de miles de muertos y torturados, de dictaduras y gobiernos represivos.
Esta paz ejemplar, está sustentada por las armas de unas fuerzas armadas patrióticas que en su inmensa mayoría comparten el proyecto bolivariano y respetan la voluntad popular. La alianza bolivariana, liderada por el Comandante Presidente Hugo Chávez , con sus luchas construye una democracia participativa e incluyente, enfrentando a una oligarquía que detentó el poder por decenios de años como una forma de exacción de los recursos del Estado y de saqueo de los inmensos recursos naturales, a costa de la pobreza y el sufrimiento del pueblo y que por supuesto lucha por volver al pasado.
Esta alianza popular, democrática y revolucionaria, cívico-militar, que construye una Venezuela libre y soberana, antiimperialista y solidaria con los otros pueblos del mundo, tiene nuevos y serios retos. La derrota de la propuesta de reforma constitucional traerá profundas reflexiones, pues las causas de ella están tanto en la acción política de la oligarquía y el imperialismo yanqui y europeo, como en las debilidades de los patriotas bolivarianos.
El camino escogido por Venezuela de transitar en paz hacia la profundización de su democracia participativa, hacia una sociedad más justa y equitativa, quedó refrendado por el conjunto de sus habitantes. La Constitución de 1999 que se quería transformar, hoy está más vigente que nunca, pues los cuatro millones que votaron por el No a la reforma afirmaron la validez de ésta. Y los cuatro millones que votaron por el Sí ratificaron su vigencia, aunque consideran que requiere cambios. El referendo del 2 de diciembre refrendó la Constitución de 1999 con más de 8 millones de votos.
El ejemplo de Venezuela es una referencia mundial. Su pueblo tiene derecho a determinar su destino soberanamente, con independencia, como todos los pueblos del planeta. La voluntad soberana del pueblo de Venezuela, su decisión de vivir en paz y de fundar paulatinamente una sociedad en equidad y justicia social, deben ser respetadas. El imperialismo norteamericano y europeo y sus aliados en la región, deben tomar nota de esto.
Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN)
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El anterior escrito no refleja necesariamente la postura política e ideológica de EL MACARENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza del mismo.
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