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09 July 2007

"Uribe es el jefe de los paramilitares" dijo a Nova Colombia Juan Carlos Lecompte.

Bogotá, julio 9 (Nova Colombia).
El esposo de Ingrid Betancourt responde a Nova Colombia, calificando al Presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez de jefe de los paramilitares y de tener una actitud contraria a la liberación de los tres mil secuestrados.

En un cómodo pero silencioso apartamento de los cerros orientales, con amplios ventanales desde los que se puede observar la ciudad de Bogotá en su inmensidad rodeada por las altas estribaciones montañosas, Juan Carlos Lecompte, el esposo de Ingrid Betancourt nos recibe amablemente, accediendo a dialogar sobre su mujer, mirando de tanto en tanto a través de la amplia vista exterior, como quien espera alguna señal, alguna luz que marque e ilumine el camino de quien espera ver regresar.


Juan Carlos Lecompte tiene la apariencia de un hombre cansado pero no vencido, un hombre que ha dedicado sus días de los cinco años que lleva secuestrada Ingrid, a buscarla, a traerla al hogar, a recobrarla a una vida cotidiana que todos , con sus más y sus menos tenemos, pero que ni Ingrid ni él pueden vislumbrar.


Juan Carlos Lecompte responde a nuestras inquietudes sin cortapisas y con la firmeza de quien se conoce poseedor y luchador de una causa justa.


En los últimos días se conoció un intento fallido de rescate militar de su esposa, siguiendo los datos que el policía y compañero de cautiverio de Ingrid, John Pinchao, (quien logró escaparse de FARC) entregó al Gobierno sobre la probable ubicación del campamento de secuestro. Al llegar las fuerzas castrenses al lugar, ya no había nadie. Teniendo en cuenta que usted se ha opuesto permanentemente al rescate militar , ¿cómo observa esta intentona del Gobierno?
Siempre ha existido la orden del rescate militar, lo que sucede es que nunca supieron dónde estaba Ingrid. Ahora con la fuga del policía Pinchao, lograron una pista, pero inmediatamente me imagino que los miembros de las FARC salieron corriendo del lugar, algo simple de pensar para cualquiera, teniendo en cuenta que con la ventaja de quince días del momento de la fuga del policía y a marcha forzada podrían haberse alejado de la zona unos 200 kilómetros. Claro que las fuerzas del gobierno llegaron al campamento y los que allí estaban ya se habían ido.


El gobierno de Uribe parecería tener dos líneas de acción por un lado, el rescate militar y por el otro la liberación de prisioneros de las FARC, con la supuesta intención del canje humanitario, acciones que a simple vista resultan contradictorias. ¿Usted cree que ambas líneas confluyen en algún punto?
En realidad la liberación de prisioneros es una operación del gobierno para tapar los problemas de la llamada "parapolítica", el escándalo de los vínculos que tienen el Presidente y sus Senadores y Congresistas con los paramilitares. Tengamos en cuenta que son ya muchos los políticos encarcelados por este tema por parte de la Corte Suprema. Observe usted que hay un proyecto de Ley trabajado por el Uribismo para exculpar y liberar a los congresistas que lo apoyaron, una especie de Ley de Punto Final que causó mala impresión a nivel internacional.


Para ocultar de alguna manera esta situación, el Presidente desvía la atención mostrando que él va a liberar a guerrilleros presos, aunque las FARC ya le contestaron que mientras no exista despeje, una zona desmilitarizada entre Florida y Pradera, no van a aceptar el "intercambio humanitario", no van a soltar a los secuestrados. La única verdad es que el Presidente demuestra a cada paso, que lo único que le importa es el rescate militar.


¿Logró entrevistarse con el policía fugado Pinchao?
No pudimos entrevistarnos, fuimos a la clínica donde se encontraba internado recuperándose John Pinchao, nos dieron quince minutos en un ámbito en el que había más de cuarenta familiares de otros secuestrados, queriendo saber cosas de sus seres queridos. La realidad es que la policía colombiana, el gobierno colombiano no nos deja ver al señor Pinchao, un derecho que creo debo tener, al menos de estar media hora a solas con él, para saber de mi esposa Ingrid, de quien desconozco todo desde la última prueba de vida el 30 de Agosto del 2003. Me parece que es inhumano de parte del Gobierno que no nos permita a los familiares de los secuestrados estar con este señor, a sabiendas de que estuvo con ella cautivo por más de tres años.


¿Usted establece que la única actitud del Gobierno debe ser la de negociar con la guerrilla?
Si de verdad quiere que los secuestrados queden libres debe sentarse a negociar con la guerrilla, establecer los tiempos, los términos, y quiénes y cómo van a liberar. El problema es saber si el Gobierno quiere hacerlo; yo siempre lo he dicho desde que Uribe cambió la Constitución para lograr la reelección, que su nuevo período de gobierno iba a ser sin lugar a dudas una condena a cadena perpetua a los secuestrados. A menos que se produjera una llamada del señor Bush a Uribe pidiéndole el despeje durante treinta días la zona de Pradera y Florida para realizar el intercambio humanitario.


La familia de Ingrid Betancourt ha endurecido el discurso últimamente, siendo más críticos en torno a la gestión del Presidente referente a los secuestrados, discurso que no era el que mantenían en los primeros años de la Administración de Uribe.
No, personalmente he tenido el mismo discurso desde el primer momento, de hecho he tenido muchísimos problemas familiares al comienzo de la gestión de Uribe, tanto con la madre de Ingrid, quien era una confesa uribista, como con los hijos de Ingrid que creían que el Presidente realizaría el acuerdo humanitario. Claro, aún no se habían percatado de la personalidad diabólica de Álvaro Uribe. Fíjese usted que las declaraciones de Melanie Betancourt en Francia han sido absolutamente cristalinas con respecto a esta administración. Es que los colombianos no se han dado cuenta aún del Presidente que tienen, no se han percatado que este señor es el jefe de todo, es el jefe de los paramilitares, pero nunca va a quedar "untado", puesto que donde Salvatore Mancuso lo relacione directamente con los paramilitares, inmediatamente éste será extraditado.
Lamentablemente los paramilitares han tomado el poder en Colombia.


¿Por qué estima usted entonces que el Presidente mantiene el apoyo de gran parte del pueblo colombiano, según indican todas las encuestadoras prestigiosas?
Pero es que Hitler no se tomó el poder por la fuerza en Alemania, a Hitler el pueblo alemán lo adoraba; igual sucede en Colombia con Uribe. Claro, 50 años después se observa la realidad de quién fue Hitler, y lo mismo ha de pasar aquí dentro de quince años cuando los colombianos se den cuenta de quién fue Uribe. El pueblo colombiano adora a Uribe, lo mismo que el pueblo alemán adoraba a Hitler.


¿Usted cree que el pueblo Colombiano sigue desinteresado en la suerte que pueda correr Ingrid?
Desafortunadamente sí. A mi me parece que en nuestro país hay demasiada violencia y la opinión pública se encuentra anestesiada por esa violencia. Todos los días secuestros, muertes, forman parte del pan de cada día, y eso torna que nuestra gente se sienta incapacitada de reaccionar ante un drama mundial como el de tener más de tres mil secuestrados en nuestro territorio.


Hay una fuerte actitud de apoyo sin embargo de la Comunidad Europea y en particular de Francia. En cuanto a la Organización de Estados Americanos (OEA) y sus países miembros, ¿usted siente el mismo sostén?
No, ya llevo cinco meses tratando de buscar una cita con Chávez, a quien conocí hace cuatro años y quedamos en volvernos a hablar, y nunca pude volver a dialogar con él. Del mismo modo intenté acercarme al Presidente Lula Da Silva en Brasil, pero se ha tornado imposible. Afortunadamente hay países Latinoamericanos como Argentina que están reaccionando, que se comienzan a interesar por esta causa de la tragedia humanitaria que representan los más de tres mil secuestrados, sin parangones en el mundo. Sólo resta esperar que más países se sumen a la causa, que no es otra que la liberación de la gente que se encuentra años pudriéndose en la selva, alejada de sus seres queridos, viviendo situaciones desesperantes.


¿Cuáles son las acciones concretas que usted solicita, en particular a aquellos gobiernos como el Argentino que han comenzado a tomar cartas en el asunto?
El Gobierno Argentino podría intentar mediar entre las partes (guerrilla y Gobierno Colombiano), tratar de hablar de Presidente a Presidente sugiriéndole la vía pacífica, la vía civilizada, la vía política, en definitiva, colaborar en el logro del acuerdo humanitario.


¿Sigue sin interesarle la política, tal como declaró en una entrevista hace mas de 5 años?
La política colombiana es de las mas sucias. Asesinatos, traición, muertes, venganzas y algunos de los grandes culpables de que esto suceda son ciertos medios de comunicación en este país. No son cristalinos, ellos orientan y manipulan la información, teniendo presente que determinados de esos medios se benefician de los fuertes contactos con el poder establecido. Tienen una fuerte actitud permisiva con el poder.


Teniendo en cuenta que la particularidad de adoptar el secuestro como una práctica común por parte de la guerrilla, genera entre otras cosas la manipulación de los sentimientos de los secuestrados y sus familiares, haciéndolos más vulnerables, usted personalmente ¿de qué manera vive esta situación tan especial?
Es así, yo también me siento un secuestrado; más allá de que pueda salir de mi casa cuando quiera, me siento como viviendo en una burbuja, como aislado. Le comento que al comienzo del secuestro de Ingrid, mis amigos cerraron filas en torno mío, siendo más que solidarios, pendientes de lo que me sucedía, acompañándome a cenar, al cine, a tomar algo, pero el tiempo fue pasando y año tras año ese acompañamiento se fue diluyendo, y ya en este sexto año, me siento solo, con uno o dos amigos de los quince originales. Y es que no critico eso, ya que entiendo la situación, dado que a mi me invitan hoy a una reunión donde todo el mundo ha de estar alegre, pero mi dolor interno supera todo y es probable que la gente no se sienta a gusto estando uno allí, y siempre sale el tema de Ingrid, e inconscientemente me vuelvo monotemático y todo se complica. Las relaciones de trabajo, las relaciones familiares, ya que tal vez yo puedo decir cosas que mi suegra no comparte, entonces el entorno familiar se agrieta.


En realidad es una desgracia; sabiendo además que mi esposa se encuentra en condiciones infrahumanas, encadenada, con tantos años de no poder ver a sus hijos… sí, un dolor… un dolor muy grande… Yo fuí feliz, muy feliz los años que viví al lado de Ingrid… Era una vida mágica…que nos cortaron abruptamente.


¿Cuáles son las esperanzas que usted tiene de que Ingrid pueda aparecer con vida?
Mientras Uribe sea Presidente, yo no veo a Ingrid ni ninguno de los familiares de los secuestrados vea a sus seres queridos. A no ser que Estados Unidos o Francia impongan fuertemente la orden del intercambio humanitario y obliguen a la liberación también de los soldados estadounidenses. Y con los últimos acontecimientos que suceden en el país en este tema, quisiera agradecer los buenos oficios que el Gobierno Francés viene realizando en estos últimos días en la persona del Presidente Sarkozy, que contrasta con la desidia del Gobierno Colombiano para la liberación de los 3000 secuestrados.


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El anterior escrito, declaraciones de la entrevista y comentarios no refñejan necesariamente la postura política e ideológica de EL MACARENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza del contenido.

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