Se cumplió el principio del conjuro:
“Ojala pase algo que te borre de pronto, una luz ...”
Silvio Rodriguez.
Augusto Pinochet Ugarte, las banderas de la impunidad se quedaron hablando por ti y ahora somos otros los que recogeremos tus pasos y destaparemos lo que quisiste tapar en vida, ahora somos otros los que en nombre de tu violencia hablaremos de la memoria histórica enterrada en los anaqueles de tus mandos de manivelas ensangrentadas y llenas de terror.
¡17 años de dictadura!, aprovechaste que Salvador Allende te dio la nominación de “comandante en jefe de las fuerzas armadas chilenas” para apretar tu daga maldita en la espalda de uno de los líderes latinoamericanos más conocidos de la historia del siglo CA.
No te cansaste con tu daga de hierro y asfalto, violentaste los deseos de un pueblo y un 11 de septiembre arremetiste contra la democracia y el deseo de un pueblo de tener un líder en concordancia a las luchas populares, estudiantiles, campesinas, indígenas, etc.
Te vemos ahora en tu tumba, pero sobre ella simbólicamente se acercan las animas del pasado para asustarte y darte tu merecido, como en los cuentos de hadas, como en los cuentos de nuestros antepasados indígenas, donde el que hace el terror es castigado al otro lado de la sombra, aunque hubiésemos querido que no te fueras en la impunidad sino pagando realmente los crímenes cometidos.
Un 27 de junio de 1974 te autoproclamaste jefe de la nación, con la sangre, torturas como en el campo de concentración de Villa Grimaldi donde más de 5000 prisioneros de guerra fueron torturados y otros que aún no se sabe con certeza, asesinados y desaparecidos.
Te fuiste construyendo tu casita de cristal y de bosque falso, y creaste la historia de autonombramientos como en 1988. Hasta que el pueblo pudo evitar los laberínticos y oscuros caminos de tu nombre y se cansó de tus “Estragos” con tu dictadura fascista, hasta que en 1990 se votó al “NO” de tu nombre y llegó Patricio Aylwin al poder, pero tus pasos eran bien pensados y te autoproclamaste senador vitalicio y comandante en jefe del Ejercito.
Te caracterizaste por creaciones nefastas como: Operaciones de apoyo a la red de persecución de exiliados y líderes chilenos como fue “la Operación Cóndor” que además fortalecía los poderes fascistas latinoamericanos de la época.
¿Se cree que tu nombre debe ser elogiado? ¡No! Tu nombre quedará entre los que mostraron que los crímenes de lesa humanidad no hacen llegar a ninguna parte, porque de tu legado corroído no quedó nada elogiable. De esa sarna enloquecida de cabeza sólo quedó el odio a tu nombre, el horror de la dictadura, la verdad de un desastre.
Por más que intentaste tapar las Olas de lo visto, no había nada entre tus cejas que no fuera agresiones, firmas de torturas, firmas de sentencias de muerte, firmas de sentencias de desapariciones, firmas de sentencias para que algunos niños hijos de los valientes críticos de tu Estrago fueran adoptados por gente en otros países lejanos o en Chile.
¡Mueres Pinochet! entre tus rejas de humo, a los 91 años de mentiras, a los 91 años de conductas que iban contra la humanidad, a los 91 años de hacerte amigos de regímenes y de presidentes innombrables como Nixon que apoyaron e inventaron tus Estragos.
Mueres y no volverán otros como tú. !Así se cierra el conjuro!
Neftalí Reyes y Katalino Buendía.
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El anterior escrito no refleja necesariamente la postura política e ideológica de EL MACAENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza del mismo. Imagen tomada de: http://edition.cnn.com/2000/WORLD/americas/12/19/pinochet.chile.02.reut/story.pinochet.01.jpg