Rodeado de miles de hombres, aviones y helicópteros llegó el 20 de diciembre hasta La Julia, lejano municipio del departamento del Meta. Cual político en campaña se echó veintijuliero discurso en la mitad del pueblo, de tradicional dominio del Mono Jojoy, según dijeron los periodistas. Retó a la guerrilla y se hizo tomar miles de fotos en pose de Rambo recargado. Salió de La Julia en hombros, haciendo la V de la victoria. Su rostro deforme con sus ojos de sapo atorado exhalaba dicha, placer y gozo. Sintió en ese momento una duda existencial. No sabía si era Julio Cesar, Napoleón o el Gran Alejandro. Y las imágenes de un Hitler victorioso también pasaban raudas por su mente afiebrada y delirante. Tres días después, la noche anterior a la navidad, por lo menos 17 militares profesionales caían abatidos a manos de la guerrilla muy cerca de la pasarela donde estuvo pavoneándose el valiente e intrépido Juan Manuel, el flamante ministro de defensa del fracasado Plan Colombia. Mención aparte y respetuosa merece el dolor de los familiares de los militares muertos.
Más que ellos mismos, los muertos, mercenarios de la muerte algunos, ilusos defensores de una supuesta patria, otros, y desempleados reclutados por la paga el resto. Pero quien merece un baldado de estiércol sobre su estupida sonrisa, sus poses rambombescas y sus payasadas militaroides es el ministrico. Bocón profesional que hace del dolor del país, de la guerra y de sus muertos, escenario para su vanidad y plataforma para sus aspiraciones presidenciales. Inventor de calumnias e instigador de rumores. Artista de la componenda. Maestro del halago y de la ofensa. Así es la sinuosa personalidad de este superheroe, arquitecto y constructor de esa amalgama de oscuros intereses llamada Partido de la U, la mayoría de cuyos integrantes hacen parte de la red de políticos comprometidos con el paramilitarismo y sus masacres. Los sangrientos hechos de La Julia en la víspera de esta noche de brindis y de abrazos nos devuelven bruscamente a la dura realidad. Una realidad en la que los héroes de pasarela, como Juan Manuel, son los grandes responsables y beneficiados.
Salud para todos!
Menos para ellos.
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¡FELIZ NAVIDAD!
El anterior escrito no refleja necesariamente la postura política e ideológica de EL MACARENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza del mismo.