EL AGRICULTOR DE ESPERANZAS
Cuentito para niños o mayores,
que lo quieran entender…
Voy a contarles una historia real, por eso mi cuentito no empieza como casi todos los cuentos de niños, diciendo “había una vez”.
Quiero mejor comentarles algo que pasó y lo vi, que fue muy fuerte pero como nosotros también somos fuertes, no nos llegará a sorprender tanto.
Es la historia de un AGRICULTOR, un señor que se encargaba de cultivar vegetales, hortalizas, frutos, pero tenía una particularidad muy particular y es que también le gustaba cultivar a las personas.
¿Cómo que no entienden eso? Por supuesto que la gente también se cultiva y para eso hace falta mucha dedicación. Claro, no se cultiva en macetas ni en la tierra, se cultiva por dentro y eso se hace con lectura, muuuuucha lectura y sobre todo, escuchando con atención a las personas que nos quieren enseñar.
Pero esto es motivo para otro cuentito, ahora quiero hablarles del AGRICULTOR y sus vegetales. Resulta que ese señor vivía dedicado todo el día al arte de la agricultura, con un esmero ejemplar.
Largas horas de su vida fueron dedicadas al arte de los cultivos y como siempre pasa, cuando nos dedicamos con amor y constancia a lo que realmente nos gusta, acabamos haciéndolo muy bien. Y así es como lo hacía nuestro AGRICULTOR.
Pero en la vida siempre aparece un pero, que nos indica que existen también otras cosas y no siempre son tan buenas.
Cuando se cultiva aparecen también las plagas. ¿Y qué son esas? Bueno, las plagas pueden ser muchas como por ejemplo: Las ratas, insectos, virus y bacterias. Según había estudiado nuestro AGRICULTOR, en toda especie cultivada se alojan entre 200 y 500 plagas.
Yo estoy segurísima que hay muchas más, porque algunas realmente no pueden contarse con facilidad, entonces es muy fácil que nos quedemos cortos en la apreciación.
Los daños que causan las plagas son muchísimos, pero como nuestro AGRICULTOR es un hombre muy pero muy inteligente, siempre pudo tener bajo control las acciones de esos bichos malignos entre los que se encuentran los GUSANOS.
Habrán visto cuando mamá o la abuela compran por ejemplo vegetales, que entre las hojas suele aparecer un gusanito ¡¡Puaj, que asco!!! Por eso hay que lavar muy bien las plantitas y las hortalizas, antes de comerlas, para que no nos contaminen.
Nuestro AGRICULTOR tenía la especialidad en contrarrestar todo daño que los GUSANOS podían causar en su plantación. Yo no se como lo haría, pero era algo casi mágico, seguramente el amor que ponía en sus cultivos era lo que producía esa magia. Mi madre siempre decía que el amor era capaz hasta de volver realidad lo imposible.
Alguna gente a los gusanos los considera parásitos, yo realmente no, porque hay una regla que nos dice que “un parásito destruye lo que otros construyen”, pero los gusanos que pretendían afectar los cultivos de nuestro AGRICULTOR, si bien habían causado mucho daño nunca llegaron a destruir nada. Entonces digo que no siempre un gusano es un parásito, pobre, ¡que ni a eso llegó…!
Como les cuento, los gusanos que rondaban la quinta de nuestro AGRICULTOR, se movían entre la basura, al fin los gusanos no existen donde hay cosas limpias, por eso no podían entrar en la quinta ni siquiera causaban la preocupación del AGRICULTOR, ya que varias millas los separaban.
Él siempre se reía cuando sabía que había un grupo de esos bichos asquerosos cerca de su quinta. Nuestro AGRICULTOR tenía muchas manos que lo ayudaban para que sus plantas se desarrollen y su quinta hasta llegó a ser considerada un ejemplo del mundo.
¡Qué cosa grande! ¿Ustedes se imaginan el orgullo que sentiría el AGRICULTOR? Vean si no, a mí, por ejemplo, cada vez que lo recuerdo me saltan unas lagrimitas de los ojos, porque aunque parezca gracioso a veces la alegría nos hace llorar. Los estudiosos llaman a esta cuestión de alegría-llanto, dialéctica, habrán escuchado a sus padres mencionar esa palabrita alguna vez.
Ahora bien, la quinta de nuestro AGRICULTOR era tan, pero tan especial, que además en ella nacieron miles y miles y miles de hermosas flores. Y nacieron alrededor de la quinta, como protegiendo a los vegetales y a las hortalizas de la presencia desagradable de los virus, bacterias, ratas y sobre todo de los asquerosos GUSANOS.
¡Si cuando miras esas flores verás que hasta parecen proteger a nuestro AGRICULTOR! Dicen que las rosas con sus espinas atravesaban a esos bichos repugnantes para que no puedan pasar a comerse a los vegetales; así es como éstos crecían libres de contaminación y destrucción.
Pero un día nuestro AGRICULTOR se enfermó, parecía que el mundo se paralizó cuando las personas se iban enterando boca a boca lo que estaba ocurriendo con la salud de ese ser tan especial.
Claro, las ratas, los gusanos y todas las plagas juntas empezaron a celebrar la enfermedad. Nosotros sabemos que eso no se hace, que no es de buenas personas alegrarse cuando alguien se enferma, pero también sabemos que las plagas no son personas y siempre se nutren y crecen desparramando enfermedades.
Las ratas gritaban SE MURIO EL AGRICULTOR, VIVA, VIVA. Los virus pensaron que podrían hacer de las suyas, o sea, muuuucho daño, que podrían entrar sin problemas en la quinta y causar destrozos. Los gusanos comenzaron a bailar, “ahora nos comemos la quinta entera”, decían. Un águila monstruosa, de pico agudo e impresionante, ofrecía ayuda para todos los que quisieran asaltar la quinta, mientras preparaba a otros para el “gran salto”.
Pero como les conté al principio, nuestro AGRICULTOR no cultivaba solamente vegetales u hortalizas, sino que también se había encargado de cultivar a muchísisisisima gente.
El AGRICULTOR seguía maluco, todos los vecinos del lugar sentían como que su corazón se había detenido, por eso siempre decían: ¿Ay AGRICULTOR, por qué no me enseñaste a vivir sin ti?
Las ratas seguían gritando y hasta algunas aparecieron por televisión con banderas y maracas gritando SE MURIÓ, ¿que otra cosa se podría esperar de especie tan asquerosa?
Pero fíjate chico, el AGRICULTOR no se había muerto, aunque todos sabemos que un día nos vamos a morir, incluso las ratas y los gusanos. Y sí, hay tremenda diferencia, ¿quien va a llorar a una rata o a un gusano?
Resulta que la quinta estaba muy bien protegida, mucha gente la cuidaba con el mismo amor que nuestro AGRICULTOR había puesto en sus cultivos.
El nuevo AGRICULTOR, que en realidad no era tan nuevo ya que siempre andaba cerquita, pegadito al nuestro, estaba cuidando y protegiendo todo lo que el primero había logrado en años y años de durísima y noble tarea.
Las ratas y los gusanos comenzaron a ponerse verdes, las ratas seguían diciendo SE MURIÓ EL AGRICULTOR, pero ya no tan convencidas, los gusanos se iban hinchando día a día, parecían a punto de estallar y al fin no sé si alguno no habrá estallado.
El nuevo pero no tan nuevo AGRICULTOR, llamó a toda la gente y organizó un gran desfile, majestuoso, imponente. Toda la gente del lugar asistió emocionada y agradecida por la noble tarea llevada a cabo durante tantos años por nuestro AGRICULTOR.
Los diarios del mundo publicaron las fotos del desfile, me contaron en secreto y yo se los cuento a ustedes también en secreto, que los gusanos empezaron a sufrir una extraña enfermedad.
Bueno, extraña al menos para afectar a gusanos ¿O tú alguna vez oíste hablar de la histeria gusanera? Chico, que se dio, se dio…mira que yo no te miento, desde que se supo de la enfermedad de nuestro AGRICULTOR, ahora están los biólogos, o sea las personas que estudian a los seres vivos, estudiando el nuevo fenómeno de la “histeria gusanera”, luego le pondrán algún nombre difícil, pero de momento es ese.
Yo, fue la primera vez que lo oí. Así es la historia de nuestro AGRICULTOR, un hombre querido, respetado y también odiado por qué no, ¿acaso nunca supimos que a grandes hombres también se los ha odiado?
Sí, por supuesto, así como sabemos que el odio es un sentimiento dañino, peligroso, que al fin ataca más a quien lo sufre que al otro. Y sabemos también que los que odian son además de enfermos, cobardes.
Imagínate, años y años de plagas queriendo destruir cultivos y ha sido en vano. Trabajar para romper algo y que ese algo sea cada día más fuerte, caramba, si es como para morirse de desespero.
Al final los pobres gusanitos hasta me dan un poco de pena, pero ustedes, los niños del lugar donde está la quinta de nuestro AGRICULTOR, tienen una tarea muy grande y muuuuuuy valiosa: DEBEN PISAR A CADA GUSANO que vean por allí.
Porque nuestro AGRICULTOR cuando cuidaba la quinta, lo hacía pensando en ustedes, que serán el futuro de la patria. Y toda patria, recuerden siempre, debe estar libre de plagas, virus, bacterias, ratas y gusanos.
Sólo así se mantendrán las flores que nuestro AGRICULTOR cuidaba con tanto esmero. Y se me acaba de ocurrir algo, se los propongo y espero que me escriban para contarme qué les parece la idea. Se trata de que todos los niños del mundo hagan dibujitos y poemas, cartitas y florecitas pintadas con sus manitos.
Pidan ayuda al mayor que tengan cerca, una mamá, un papá, un hermano o hermana, la abuelita, el abuelito, una amiga o un amigo, la maestra o quien quieran, que la manden a mi dirección de correos.
Luego junto con los niños del lugar se la haremos llegar a nuestro AGRICULTOR y seguro que entre todos los niños del mundo obrarán la maravilla de contribuir para que se cure prontito.
¿Porque saben una cosa niños? Nuestro hombre, además de ser AGRICULTOR, fue sembrador de ESPERANZAS y a ésta hay que regarla día a día, para que crezca fuerte y se extienda a todos los pueblos del mundo.
Y no olviden nunca que el amor y las grandes obras, perduran en el tiempo y nos hacen grandes y heroicos. ¡Qué les parece si gritamos todos juntos fuerte, muy fuerte, para que espante a los dañinos y se escuche en la QUINTA: VIVA NUESTRO AGRICULTOR! Y que se cure prontito, que el mundo lo necesita y no es lo mismo sin ÉL…
Ingrid Storgen
ahoraporellos@yahoo.es
Cuentito para niños o mayores,
que lo quieran entender…
Voy a contarles una historia real, por eso mi cuentito no empieza como casi todos los cuentos de niños, diciendo “había una vez”.Quiero mejor comentarles algo que pasó y lo vi, que fue muy fuerte pero como nosotros también somos fuertes, no nos llegará a sorprender tanto.
Es la historia de un AGRICULTOR, un señor que se encargaba de cultivar vegetales, hortalizas, frutos, pero tenía una particularidad muy particular y es que también le gustaba cultivar a las personas.
¿Cómo que no entienden eso? Por supuesto que la gente también se cultiva y para eso hace falta mucha dedicación. Claro, no se cultiva en macetas ni en la tierra, se cultiva por dentro y eso se hace con lectura, muuuuucha lectura y sobre todo, escuchando con atención a las personas que nos quieren enseñar.
Pero esto es motivo para otro cuentito, ahora quiero hablarles del AGRICULTOR y sus vegetales. Resulta que ese señor vivía dedicado todo el día al arte de la agricultura, con un esmero ejemplar.
Largas horas de su vida fueron dedicadas al arte de los cultivos y como siempre pasa, cuando nos dedicamos con amor y constancia a lo que realmente nos gusta, acabamos haciéndolo muy bien. Y así es como lo hacía nuestro AGRICULTOR.
Pero en la vida siempre aparece un pero, que nos indica que existen también otras cosas y no siempre son tan buenas.
Cuando se cultiva aparecen también las plagas. ¿Y qué son esas? Bueno, las plagas pueden ser muchas como por ejemplo: Las ratas, insectos, virus y bacterias. Según había estudiado nuestro AGRICULTOR, en toda especie cultivada se alojan entre 200 y 500 plagas.
Yo estoy segurísima que hay muchas más, porque algunas realmente no pueden contarse con facilidad, entonces es muy fácil que nos quedemos cortos en la apreciación.
Los daños que causan las plagas son muchísimos, pero como nuestro AGRICULTOR es un hombre muy pero muy inteligente, siempre pudo tener bajo control las acciones de esos bichos malignos entre los que se encuentran los GUSANOS.
Habrán visto cuando mamá o la abuela compran por ejemplo vegetales, que entre las hojas suele aparecer un gusanito ¡¡Puaj, que asco!!! Por eso hay que lavar muy bien las plantitas y las hortalizas, antes de comerlas, para que no nos contaminen.
Nuestro AGRICULTOR tenía la especialidad en contrarrestar todo daño que los GUSANOS podían causar en su plantación. Yo no se como lo haría, pero era algo casi mágico, seguramente el amor que ponía en sus cultivos era lo que producía esa magia. Mi madre siempre decía que el amor era capaz hasta de volver realidad lo imposible.
Alguna gente a los gusanos los considera parásitos, yo realmente no, porque hay una regla que nos dice que “un parásito destruye lo que otros construyen”, pero los gusanos que pretendían afectar los cultivos de nuestro AGRICULTOR, si bien habían causado mucho daño nunca llegaron a destruir nada. Entonces digo que no siempre un gusano es un parásito, pobre, ¡que ni a eso llegó…!
Como les cuento, los gusanos que rondaban la quinta de nuestro AGRICULTOR, se movían entre la basura, al fin los gusanos no existen donde hay cosas limpias, por eso no podían entrar en la quinta ni siquiera causaban la preocupación del AGRICULTOR, ya que varias millas los separaban.
Él siempre se reía cuando sabía que había un grupo de esos bichos asquerosos cerca de su quinta. Nuestro AGRICULTOR tenía muchas manos que lo ayudaban para que sus plantas se desarrollen y su quinta hasta llegó a ser considerada un ejemplo del mundo.
¡Qué cosa grande! ¿Ustedes se imaginan el orgullo que sentiría el AGRICULTOR? Vean si no, a mí, por ejemplo, cada vez que lo recuerdo me saltan unas lagrimitas de los ojos, porque aunque parezca gracioso a veces la alegría nos hace llorar. Los estudiosos llaman a esta cuestión de alegría-llanto, dialéctica, habrán escuchado a sus padres mencionar esa palabrita alguna vez.
Ahora bien, la quinta de nuestro AGRICULTOR era tan, pero tan especial, que además en ella nacieron miles y miles y miles de hermosas flores. Y nacieron alrededor de la quinta, como protegiendo a los vegetales y a las hortalizas de la presencia desagradable de los virus, bacterias, ratas y sobre todo de los asquerosos GUSANOS.
¡Si cuando miras esas flores verás que hasta parecen proteger a nuestro AGRICULTOR! Dicen que las rosas con sus espinas atravesaban a esos bichos repugnantes para que no puedan pasar a comerse a los vegetales; así es como éstos crecían libres de contaminación y destrucción.
Pero un día nuestro AGRICULTOR se enfermó, parecía que el mundo se paralizó cuando las personas se iban enterando boca a boca lo que estaba ocurriendo con la salud de ese ser tan especial.
Claro, las ratas, los gusanos y todas las plagas juntas empezaron a celebrar la enfermedad. Nosotros sabemos que eso no se hace, que no es de buenas personas alegrarse cuando alguien se enferma, pero también sabemos que las plagas no son personas y siempre se nutren y crecen desparramando enfermedades.
Las ratas gritaban SE MURIO EL AGRICULTOR, VIVA, VIVA. Los virus pensaron que podrían hacer de las suyas, o sea, muuuucho daño, que podrían entrar sin problemas en la quinta y causar destrozos. Los gusanos comenzaron a bailar, “ahora nos comemos la quinta entera”, decían. Un águila monstruosa, de pico agudo e impresionante, ofrecía ayuda para todos los que quisieran asaltar la quinta, mientras preparaba a otros para el “gran salto”.
Pero como les conté al principio, nuestro AGRICULTOR no cultivaba solamente vegetales u hortalizas, sino que también se había encargado de cultivar a muchísisisisima gente.
El AGRICULTOR seguía maluco, todos los vecinos del lugar sentían como que su corazón se había detenido, por eso siempre decían: ¿Ay AGRICULTOR, por qué no me enseñaste a vivir sin ti?
Las ratas seguían gritando y hasta algunas aparecieron por televisión con banderas y maracas gritando SE MURIÓ, ¿que otra cosa se podría esperar de especie tan asquerosa?
Pero fíjate chico, el AGRICULTOR no se había muerto, aunque todos sabemos que un día nos vamos a morir, incluso las ratas y los gusanos. Y sí, hay tremenda diferencia, ¿quien va a llorar a una rata o a un gusano?
Resulta que la quinta estaba muy bien protegida, mucha gente la cuidaba con el mismo amor que nuestro AGRICULTOR había puesto en sus cultivos.
El nuevo AGRICULTOR, que en realidad no era tan nuevo ya que siempre andaba cerquita, pegadito al nuestro, estaba cuidando y protegiendo todo lo que el primero había logrado en años y años de durísima y noble tarea.
Las ratas y los gusanos comenzaron a ponerse verdes, las ratas seguían diciendo SE MURIÓ EL AGRICULTOR, pero ya no tan convencidas, los gusanos se iban hinchando día a día, parecían a punto de estallar y al fin no sé si alguno no habrá estallado.
El nuevo pero no tan nuevo AGRICULTOR, llamó a toda la gente y organizó un gran desfile, majestuoso, imponente. Toda la gente del lugar asistió emocionada y agradecida por la noble tarea llevada a cabo durante tantos años por nuestro AGRICULTOR.
Los diarios del mundo publicaron las fotos del desfile, me contaron en secreto y yo se los cuento a ustedes también en secreto, que los gusanos empezaron a sufrir una extraña enfermedad.
Bueno, extraña al menos para afectar a gusanos ¿O tú alguna vez oíste hablar de la histeria gusanera? Chico, que se dio, se dio…mira que yo no te miento, desde que se supo de la enfermedad de nuestro AGRICULTOR, ahora están los biólogos, o sea las personas que estudian a los seres vivos, estudiando el nuevo fenómeno de la “histeria gusanera”, luego le pondrán algún nombre difícil, pero de momento es ese.
Yo, fue la primera vez que lo oí. Así es la historia de nuestro AGRICULTOR, un hombre querido, respetado y también odiado por qué no, ¿acaso nunca supimos que a grandes hombres también se los ha odiado?
Sí, por supuesto, así como sabemos que el odio es un sentimiento dañino, peligroso, que al fin ataca más a quien lo sufre que al otro. Y sabemos también que los que odian son además de enfermos, cobardes.
Imagínate, años y años de plagas queriendo destruir cultivos y ha sido en vano. Trabajar para romper algo y que ese algo sea cada día más fuerte, caramba, si es como para morirse de desespero.
Al final los pobres gusanitos hasta me dan un poco de pena, pero ustedes, los niños del lugar donde está la quinta de nuestro AGRICULTOR, tienen una tarea muy grande y muuuuuuy valiosa: DEBEN PISAR A CADA GUSANO que vean por allí.
Porque nuestro AGRICULTOR cuando cuidaba la quinta, lo hacía pensando en ustedes, que serán el futuro de la patria. Y toda patria, recuerden siempre, debe estar libre de plagas, virus, bacterias, ratas y gusanos.
Sólo así se mantendrán las flores que nuestro AGRICULTOR cuidaba con tanto esmero. Y se me acaba de ocurrir algo, se los propongo y espero que me escriban para contarme qué les parece la idea. Se trata de que todos los niños del mundo hagan dibujitos y poemas, cartitas y florecitas pintadas con sus manitos.
Pidan ayuda al mayor que tengan cerca, una mamá, un papá, un hermano o hermana, la abuelita, el abuelito, una amiga o un amigo, la maestra o quien quieran, que la manden a mi dirección de correos.
Luego junto con los niños del lugar se la haremos llegar a nuestro AGRICULTOR y seguro que entre todos los niños del mundo obrarán la maravilla de contribuir para que se cure prontito.
¿Porque saben una cosa niños? Nuestro hombre, además de ser AGRICULTOR, fue sembrador de ESPERANZAS y a ésta hay que regarla día a día, para que crezca fuerte y se extienda a todos los pueblos del mundo.
Y no olviden nunca que el amor y las grandes obras, perduran en el tiempo y nos hacen grandes y heroicos. ¡Qué les parece si gritamos todos juntos fuerte, muy fuerte, para que espante a los dañinos y se escuche en la QUINTA: VIVA NUESTRO AGRICULTOR! Y que se cure prontito, que el mundo lo necesita y no es lo mismo sin ÉL…
Ingrid Storgen
ahoraporellos@yahoo.es
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El anterior escrito no refleja necesariamente la postura política e ideológica de EL MACARENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza del mismo. Imagen tomada de: http://colombia.indymedia.org/images/agricultor.jpg.
