Acción Directa No violenta del 20 de julio.
El 20 de julio se cumplen 196 años de haberse declarado la guerra de independencia contra el ejército español. No obstante, la dependencia y el sometimiento de nuestro país a las políticas económicas e intereses trazados por las grandes potencias, nos alejan cada vez más de construir horizontes que reafirmen los derechos de autodeterminación y desarrollo de nuestro pueblo.
¿Por qué se rinde homenaje a una fuerza pública que extermina vidas humanas, tortura soldados, atropella protestas justas y anualmente absorbe más de 11.8 billones del presupuesto nacional? ¿Cuántas escuelas y hospitales se podrían construir además de los millones de empleos que se podrían garantizar con este dinero?
En lugar de mostrar todas las armas que nuestro gobierno compra con apoyo de los Estados Unidos para oprimirnos, ¿no sería mejor hacer desfiles de música, danza y folklor, donde jóvenes, ancianos, afrodesciendientes, indígenas y muchas otras poblaciones expresemos nuestra inmensa capacidad de crear y transformar lo que no nos gusta, de ser felices y libres, con derechos, deberes y dignidad?
El 20 de julio desde las 7 de la mañana nos reunimos para preparar el Carnaval de la Vida, aproximadamente 100 personas, entre integrantes de la Asamblea Nacional de Objetoras y Objetores de Conciencia, niños, niñas, jóvenes y adultos de distintos procesos organizativos de Bogotá, y varios participantes del encuentro internacional.
A la 1:30 p.m., poco después del desfile, salimos por las mismas calles para dar a conocer nuestro pensamiento sobre el desfile militar. En nuestra primera pancarta se leía "No seas cómplice de la guerra: Ni ejército ni policía, ni guerrilla ni paramilitares". Representamos cómo afecta la guerra a indígenas, desplazados, afrocolombianos, vendedores ambulantes y campesinos, y nos atrevimos a mostrar lo que el desfile no muestra, como el costo de los uniformes de los ESMAD, las cifras de detenciones arbitrarias en la UPJ, la cantidad de desplazamientos y asesinatos en el 2005, la inmensa cantidad de dinero que pagamos para la guerra y lo poco que se dedica a educación y salud.
Al grito de "No Más", niños, niñas y jóvenes, precedidos por una pancarta que decía "Cambiemos el desfile de la muerte por el carnaval de la vida" bailaron y entregaron información a la concurrencia, cantando a veces
Dile no, dile no al desfile militar
Dile sí, dile sí a la vida que hay aquí
Y en ocasiones,
El objetor no va a la guerra (bis)
Porque acá la vida es muy bella
Con el ritmo del mapalé prende la vela
O simplemente recordando que
La juventud NO VA a la guerra.
Jóvenes resistentes a la guerra desde la noviolencia activa.
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Aunque algunas personas del público y policías nos llamaban terroristas o cobardes, la mayoría de las personas que entrevistamos durante la acción noviolenta estuvieron de acuerdo con los argumentos del carnaval e incluso se sumaron espontáneamente miembros de iglesias cristianas y vendedores ambulantes.
Aunque nos fotografiaron y nos persiguió un camión de policía por obstaculizar el tráfico, no tuvimos ninguna confrontación física. Sólo cuando habíamos terminado el carnaval retornábamos a nuestro punto de encuentro para realizar la evaluación, un patrullero de la policía agredió a un integrante de la comparsa con la excusa de estar obstaculizando el tránsito. Lo arrinconó a empellones contra la pared, trató de retenerle la cédula y decomisar su cicla. En cuanto nos acercamos para saber qué pasaba, amenazó (qué iluso) con llamar refuerzos y llevarnos a todos.
Al final, la cosa no pasó a mayores y seguimos nuestro camino, cansados pero contentos, por el impacto que sentíamos que habíamos tenido.
LOS Y LAS OBJETORES DE CONCIENCIA NOS AVENTURAMOS A CREER QUE SON POSIBLES Y URGENTES NUEVOS Y MEJORES MUNDOS PARA SIMPLEMENTE VIVIR.
Asamblea Nacional de Objetores y Objetoras por Conciencia.
Aunque algunas personas del público y policías nos llamaban terroristas o cobardes, la mayoría de las personas que entrevistamos durante la acción noviolenta estuvieron de acuerdo con los argumentos del carnaval e incluso se sumaron espontáneamente miembros de iglesias cristianas y vendedores ambulantes.
Aunque nos fotografiaron y nos persiguió un camión de policía por obstaculizar el tráfico, no tuvimos ninguna confrontación física. Sólo cuando habíamos terminado el carnaval retornábamos a nuestro punto de encuentro para realizar la evaluación, un patrullero de la policía agredió a un integrante de la comparsa con la excusa de estar obstaculizando el tránsito. Lo arrinconó a empellones contra la pared, trató de retenerle la cédula y decomisar su cicla. En cuanto nos acercamos para saber qué pasaba, amenazó (qué iluso) con llamar refuerzos y llevarnos a todos.
Al final, la cosa no pasó a mayores y seguimos nuestro camino, cansados pero contentos, por el impacto que sentíamos que habíamos tenido.
LOS Y LAS OBJETORES DE CONCIENCIA NOS AVENTURAMOS A CREER QUE SON POSIBLES Y URGENTES NUEVOS Y MEJORES MUNDOS PARA SIMPLEMENTE VIVIR.
Asamblea Nacional de Objetores y Objetoras por Conciencia.
El anterior escrito no refleja necesariamente la postura política e ideológica de EL MACARENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza por el mismo.
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