El pasado domingo 3 de junio se conmemoraron 15 años de la masacre ocurrida en Caño Sibao, municipio de Granada en el departamento del Meta. En 1992 fueron asesinados en este lugar María Mercedes Méndez de García (alcalde saliente de El Castillo), Rosa Peña (tesorera de El Castillo), William Ocampo (alcalde entrante de El Castillo), Ernesto Zaralde (coordinador Umata) y Pedro Agudelo (conductor del vehículo), comisión de El Castillo (Meta), que se dirigía a dicho municipio.
Esta masacre hace parte de las otras tres ocurridas allí contra militantes de la Unión Patriótica (UP) y se enmarca dentro de este genocidio; la más conocida es la masacre de Mapiripán. La región es circundada por el río Ariari, de ahí su denominación de Alto Ariari; zona que desde hace un tiempo es azotada por el virus del paramilitarismo.
El domingo, en un conglomerado evento, víctimas, organizaciones defensoras de derechos humanos, periodistas, amigos, observadores internacionales y demás personas, se dieron cita en dos puntos estratégicos para conmemorar esta masacre y recordar que la voz sigue gritando, que nunca más vuelva a pasar: El primer punto, fue precisamente Caño Sibao y el segundo El Castillo.
En Caño Sibao, después de la bienvenida de la comitiva bogotana (por lo menos 400 personas), de la proveniente de Villavicencio, campesinos que pese a la creciente del río querían acompañar el evento y otros puntos del departamento, como por ejemplo Acacias, se inauguró este día en contra de la impunidad: Rituales religiosos y místicos indicaron la jornada; una ofrenda simbólica, tierra, agua, vasijas de barro, que representan la abundancia del Ariari; un muro de memoria y dignidad del Alto Ariari decorado con la puesta de las manos de las cientos de personas que estaban en el lugar; y saludos a los participantes.
En El Castillo se brindó un evento cultural que se abrió con la marcha de los cientos de participantes de la jornada: Una caravana que recorrió las principales cales del municipio. En el parque principal, con todo el pueblo atento de lo que ocurría en el sitio, la denuncia, la música, y las letras hicieron al unísono una voz de protesta. Desde el párroco de la iglesia local hasta el grupo conformado por los hijos y las hijas de víctimas de crímenes de estado, cantaron denunciando diversos atropellos a los derechos humanos. Al finalizar la tarde, en la pila principal del parque se recogieron las cruces que llevaban los marchantes y se colocaron algunos nombres de víctimas que no pueden ser olvidados, un simbolismo que fue amenizado con la puesta en lo alto de la bandera de la UP.
La masacre de hace 15 años, cometida por paramilitares y en complacencia con el Ejército, recobra especial sentido hoy, pues los mismos crímenes se siguen presentando y parece que la justicia no actúa, que el estado aletargado de la sociedad es sólido, y que la impunidad reina. Hace apenas unos días en este municipio, tropas del Batallón 21, con sede en Granada, asesinaron a Genaro Potes, un campesino presentado ante los medios como guerrillero dado de baja de combate. Una cruel mentira que no ha dejado de persistir…
Para agitar la conciencia, se presentan los siguientes testimonios audiovisuales de la jornada que vivió Meta entero el pasado fin de semana.
Texto y fotos exclusivas: G.A.C.R.
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ATENCIÓN COMUNIDAD UNIVERSITARIA DE LA UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS: Mañana jueves desde las 9 a.m. el Concejo de Bogotá entrará en debate; recuérdese que hoy la UD estuvo pendiente de la plenaria, que discute acerca del presupuesto a los entes distritales. La bancada de Cambio Radical en el tema del presupuesto de la UD, presentó la ponencia de la partida presupuestal extra, en 19.428 millones de pesos. La votación se espera sea mañana... Es necesario estar pendientes.
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