El pasado miércoles 13 de junio, un día después de aprobarse en el congreso el nefasto proyecto de ley que recorta las transferencias, FECODE y otras organizaciones se movilizaron en todo el país en el marco de un paro de 24 horas, para protestar por dicha aprobación. En Bogotá, las marchas invadieron el occidente, centro y sur de la ciudad, principalmente; en una de ellas, la procedente de la Avenida 68 con calle 13, el presidente de FECODE, Whitney Chávez acompañó a los manifestantes: Con raras ínfulas políticas, este personaje, que ha recobrado nombre e importancia por las diversas movilizaciones de estas semanas, demuestra una organización que varios sectores (entre ellos, los estudiantes), vienen criticando. Esta marcha en cuestión y tantas otras miles, vienen siendo criticadas por su organigrama. ¿Por qué? Es cuestionable, a tal punto que llega a ser deleznable, cómo los manifestantes se organizan a lo largo de la calzada, a lo largo de la propia marcha; en un análisis esporádico y ágil de las manifestaciones de estos días, se ha podido identificar un factor general de las protestas: Tienden a la politiquería desde su misma organización, en la calle, no en el escritorio. En cabeza siempre vemos a algunos políticos (…o politiqueros, o dirigentes con ínfulas partidistas…) de turno, quienes lideran el millar que va detrás de ellos; de lo contrario, algunas centrales de trabajadoras muy respetables pero también manejadas por ciertos intereses particulares, lideran la concentración: Grupos que apoyan a esos seudo políticos que se acabaron de nombrar. Detrás, estudiantes, anarquistas en muchos casos, algunos apoyos esporádicos que muchas veces no se tienen en cuenta, y los famosos “vándalos”, de los que hablan varios medios de comunicación… Chávez, el presidente de FECODE, digno ejemplo de lo que se está diciendo: el pasado miércoles, encabezando la marcha y saludando a la multitud cual Kennedy… No es cierto afirmar que por esto, las personas o grupos que lideren no tengan algunos intereses generales o, por mejor decir, sociales, la idea acá es que por la organización de las marchas, se puede pensar en ganadores y perdedores, en ignorantes de la situación y en aprovechados de la misma. ¿Estos políticos o dirigentes que marchan delante saben que los disturbios presentados en las últimas semanas, ocurren detrás de ellos? ¿Ellos son conscientes del poder que representan, comportándose al igual que los políticos que en un recinto aprueban nefastas leyes, como el TLC y demás?El afán no es criticar lo que muchas personas hacen. Chávez es cada vez más solicitado (debido a la situación y a la convocatoria lograda), y el pasado miércoles se le veía el poder y la autocracia en sus ojos y en sus acciones. ¿Por qué todo este andamiaje tiende a la politiquería? Es necesario decir que la politiquería se entiende acá en un sentido electoral, más ahora que las elecciones se acercan: Solamente basta recibir algunos volantes que se reparten a la cabeza de la marcha para darse cuenta de ello, propaganda política del Samuel Moreno, precandidato del Polo a la alcaldía de Bogotá, ese día en especial y tantos otros. Con la imagen de que el millar de personas que vienen detrás aúnan esfuerzos en pro de determinada postura política, siguiendo así las absurdas reglas del sistema, se quedan las personas del común que reciben esa propaganda política; se aprovecha la desazón popular para aumentar el caudillismo de algunos.
La ignorancia siempre está en determinado grado, últimamente ésta está siendo bien encausada: “Solamente vengan a gritar, bailar, vociferar arengas, porque aprobaron el recorte de las transferencias”, es el grito de batalla que los seudo politiqueros claman. Aún así, cada vez con mayor fuerza, ya hay varias personas concientes de la situación, y critican cómo los mismos politiqueros y centrales apoyados (y que apoyan) por los lideres de turno se sitúan en cabeza de la marcha, ¿por qué no los estudiantes, que, según las arengas, tienen el poder? ¿Por qué seguir la misma escala social que vende el sistema, replicándolo en este tipo de manifestaciones populares? Queda la inquietud sobre la mesa, en aras de que cada marchante pueda pensar a qué juega o a quién le hace el juego… son muchas las personas concientes, pero otras que simplemente llegan a situarse en un cómodo lugar, el lugar que a la larga ya está impuesto.
Al lado de la marcha siempre hay personas a las que no les trasnocha pensar esta situación: Los híbridos, mezcla entre cerdos y águilas negras, del Escuadrón de Matones A Distancia (ESMAD) y los otros cerdos asesinos de la Fuerza Disponible. Se podría pensar que los primeros son más sicarios que los segundos, pero estos parecen darse la mano, y con más veras cuando los ESMAD se disfrazan de verde, y no de Robocop. En la marcha del pasado miércoles, la misma encabezada por FECODE y su presidente, los híbridos no estaban, pero nos acompañaron los asesinos de verde, que, muy orondos, exhibían sus armas de fuego en un claro amedrentamiento a la inconformidad popular. Al mostrar esas armas, que están a la mano, y fácilmente justifican un asesinato, los matones muestran una fuerza que esconde miedo: Amedrentan porque le tienen temor a la gente, a la masa popular. Los híbridos tratan de esconder sus armas, las que dicen no utilizar, pero que han matado a estudiantes e indígenas en Bogotá, en Cali y en otros sitios del país, y la Fuerza Disponible sí las muestran. Como si fuera poco los cerdos (a secas) también portan unas listas con datos y fotos de los participantes a estas marchas; datos recopilados por las fotos que toman ellos y los datos de infiltrados en las manifestaciones, desde el pasado 11 de marzo, día de la llegada de Bush.
En las fotos se muestra lo que se ha dicho hasta el momento, y cómo estos matones son los verdaderos inquisidores del desorden, tomando fotos y videos criminalizantes, gritando groserías a la gente y haciendo señales obscenas. En la marcha que narraba antes, la proveniente de la calle 13, se sorprendió a uno de estos matones tomando fotos con un celular prácticamente a menos de un metro de distancia de las caras de varios estudiantes, muchos menores de edad; algo que disgustó y la respuesta de él al verse sorprendido fue: “Sí, le tomé las fotos a su madre, yo creo que me quedaron bien.” Así actúa la autoridad, y para los uribistas que estén leyendo esto, ahí está su seguridad democrática y su defensa de los derechos humanos… Después de ser sorprendido quien a la postre parecía ser el comandante de una escuadra de la Fuerza Disponible del sitio, desde la calle 13 con carrera 30 hasta la décima, quien escribe fue hostigado por tratar de tomar la foto de este señor, lamentablemente no se pudo, ya que la seguridad personal la vi seriamente afectada cuando éste describió cómo está vestido por radioteléfono y me señaló en presencia del matón que lanza los gases lacrimógenos. Doy un llamado de alerta por lo sucedido, que no únicamente corresponde a la intimidación dada por un miembro de la policía nacional, sino que también abarca la violación a la libertad de prensa, pues pese a encontrarme identificado como tal, la cámara que portaba trató de ser apresada.
A continuación, una pequeña sinopsis en fotos de lo acontecido el pasado miércoles.
Texto y fotos: G.A.C.R.
Texto y fotos: G.A.C.R.
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