A propósito de la visita a Colombia del Premio Nóbel de Paz 2006, Muhammad Yunus.
Ximena Gutiérrez.
Traer a Cali y Bogotá (Colombia) a Muhammad Yunus, el hombre que en Bangladesh creó el Banco de los Pobres -y hoy flamante Premio Nóbel de Paz 2006- no costó cualquier bicoca. Se invirtieron unos 10.000 dólares (23 millones de pesos), pero a cambio conocimos de cerca sus teorías.
Traer a Cali y Bogotá (Colombia) a Muhammad Yunus, el hombre que en Bangladesh creó el Banco de los Pobres -y hoy flamante Premio Nóbel de Paz 2006- no costó cualquier bicoca. Se invirtieron unos 10.000 dólares (23 millones de pesos), pero a cambio conocimos de cerca sus teorías.
El éxito de la Fundación Desafío, la Fundación Alvaralice, Cámara de Comercio de Cali (Triple “C”) y la Universidad Javeriana, es lograr que quienes manejan las finanzas de este país, aprendan de personajes como Yunus.
Y es trascendental porque para el bengalí (gentilicio de los que nacen en Bangladesh, Asia, y no Bangladesh, Africa, como escuché por varios programas de Telepacífico) es claro que la economía se mueve cuando la gente que está en la base de la pirámide social también tiene oportunidades para moverla.
Muhammad Yunus piensa que la pobreza ha sido creada por la clase dirigente política y no por la gente pobre. “La pobreza no es intrínseca a la gente”, dice este banquero social que ya en 1998 -cuando se ganó el Príncipe de Asturias- había sido candidatizado por Bill Clinton como Nóbel de Paz. Pero, ¿por qué Yunus se ganó el Nóbel de Paz y no el de Economía? Porque pensó que la paz llega de la mano con las oportunidades y la confianza a los más pobres. Dar crédito, es sembrar paz. ¡La paz de los pobres! ¿Y por qué los pobres son buena paga?, le pregunté a Yunus en su visita al Distrito de Aguablanca, el sector más deprimido de Cali. Y respondió: "Es que los pobres restituyen siempre lo que se les presta, como una forma de salvar la dignidad que les arrebata un sistema, que actúa como si fuera un “apartheid” financiero: Primero los excluye y después los condena a un papel pasivo". Me sorprendió la respuesta pero me dejó más contenta que pobre estrenando calcetines.
La idea de prestarles a los pobres para generar nuevas oportunidades de vida, le llegó a Yunus cuando descubrió que mientras él enseñaba hermosas teorías de economía, la gente se estaba muriendo de hambre en las calles. “Comencé a odiarme a mí mismo por la arrogancia de pretender tener respuestas, sin querer aprender de los pobres”.
Qué bueno sería -por ejemplo- que los bancos colombianos, que hoy se compran y se venden por billones de pesos, aprendieran de los pobres y entendieran de una vez por todas que rico no es el que más tiene… ¡sino el que menos necesita!
vozcomun@yahoo.com
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Página sobre una enfermedad incurable... (en inglés)
El anterior escrito no refleja necesariamente la postura política e ideológica de EL MACARENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza del mismo. Imagen tomada de: http://www.el-nacional.com/upload/ImagenArticulos/90353.jpg