Sábado, 2 de septiembre del 2006.
Comunicaciones ONIC
www.onic.org.co
5:00 p.m.
A PESAR DE RETORNAR A SU TERRITORIO, INDÍGENAS AWA DE NARIÑO SE DECLARAN EN ASAMBLEA PERMANENTE.
Después de completar cincuenta días de desplazamiento masivo, trescientos indígenas Awa, de los mil 300 que desde el 11 de julio se vieron obligados a abandonar su territorio debido a enfrentamientos armados entre ejército y guerrilla, retornaron a sus resguardos en el municipio de Ricaurte. Los nativos se vieron obligados a regresar a su lugar de residencia, a pesar de que no recibieron plenas garantías para un plan de retorno donde se les asegure la integridad, seguridad, respeto por sus vidas y la reparación económica por los casi dos meses que se mantuvieron como desplazados en la cabecera municipal de Ricaurte.
Durante los casi dos meses que permanecieron en la zona urbana de Ricaurte, esta comunidad se vio afectada con la retención por parte del Ejército Nacional de 92 personas durante cuatro días en las instalaciones del colegio de Magüi, quienes no recibieron alimento; otros diez detenidos que fueron golpeados y cinco indígenas que fueron masacrados el martes 9 de agosto en Altaquer, sitio que era custodiado por miembros del Ejército y la Policía Nacional. Hasta la presente, no existe un pronunciamiento oficial por parte del Gobierno Nacional sobre estos hechos. Líderes del cabildo de Magüi manifestaron que “regresamos a nuestros territorios, pero a partir de hoy nos declaramos en Asamblea Permanente por cuarenta días en los centros educativos de La Esperanza, Magüi, Arrayán, Cuchillas, Vegas y Chagüi”.
La Organización Nacional Indígena de Colombia hace un llamado a los organismos de control, Derechos Humanos, ONU y demás estamentos, para que sean garantes de la integridad física del pueblo Awa de Nariño que se ha visto afectado por los confrontamientos armados entre el Ejército y los grupos al margen de la ley.
“Nos vamos con la frente en alto, históricamente vivimos con los frutos que nos da la madre tierra, no es el momento de pedir limosna, sino de exigir el restablecimiento de nuestros derechos, y que la muerte de nuestros compañeros masacrados no quede en la impunidad. Cuando el dolor invade nuestras almas se despierta el ego de la lucha”, indicaron autoridades indígenas Awa de Camawari.
COMITÉ EJECUTIVO ONIC
El anterior escrito no refleja necesariamente la postura política e ideológica de EL MACARENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza del mismo.
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EL MACARENAZOO PRESENTA DESDE AYER, OFICIALMENTE, EL CINE FORO DE LA BIBLIOTECA COLSUBSIDIO DE FUNZA, SE PRESENTÓ "EL SEÑOR DE LAS MOSCAS" COMO PUNTO DE PARTIDA, A CONTINUACIÓN EL ABSTRA:
GOLDING,William. Lord of the flies .Mexico, Aalianza, 1984.
Por Carlos Humberto Marin.
Para muchos, esta novela que le mereció a William Golding el nobel de literatura en 1983, es una historia ejemplar. Aunque en realidad, más allá de la búsqueda de un ejemplo es la retractación de la misma naturaleza humana, desde el rastreo de su comportamiento mas prosaico en comunidad. Se trata de un grupo de jóvenes que no superan la edad de 13 años. Se encuentran en una isla espectacular, paradisíaca, sin el amparo de adultos y a la espera de su rescate. El avión en que venían desde Gran Betaña ( por motivo de una evacuación por la alarma de una bomba nuclear que pudieran enviar en ese estado de guerra) se estrella y solo permanece con vida la población infantil. Los niños se organizan en la isla en una especie de democracia, y acuden a las reuniones convocados por el toque de una caracola. Discuten sus miedos, la distribución de los trabajos, y las estrategias para ser rescatados. "Después de todo no somos salvajes, somos ingleses y los ingleses son los mejores en todo. Así que debemos hacer lo mejor”. Pero pronto se verán en una pequeña y cruenta guerra librada por los nimios intereses de cualquier gobierno. Así, sus personajes representan, en un simbolismo simple, las partes de una sociedad organizada políticamente. Ralph, noble, poseedor de la caracola, encarna el espíritu de la democracia; Piggy, el gremio intelectual- quien es despreciado por tener asma y ser obeso -; Simón, el buscador de la verdad, el revolucionario, a quien le habla el señor de las moscas (la locura y la conciencia humana), y muere a manos de la turbamulta violenta de otros confusos niños; Jack, el fascismo; y , finalmente, los Sameric y los peques (los menores) que son una alegoría de la masa inconsciente y manipulable.
Por Carlos Humberto Marin.
Para muchos, esta novela que le mereció a William Golding el nobel de literatura en 1983, es una historia ejemplar. Aunque en realidad, más allá de la búsqueda de un ejemplo es la retractación de la misma naturaleza humana, desde el rastreo de su comportamiento mas prosaico en comunidad. Se trata de un grupo de jóvenes que no superan la edad de 13 años. Se encuentran en una isla espectacular, paradisíaca, sin el amparo de adultos y a la espera de su rescate. El avión en que venían desde Gran Betaña ( por motivo de una evacuación por la alarma de una bomba nuclear que pudieran enviar en ese estado de guerra) se estrella y solo permanece con vida la población infantil. Los niños se organizan en la isla en una especie de democracia, y acuden a las reuniones convocados por el toque de una caracola. Discuten sus miedos, la distribución de los trabajos, y las estrategias para ser rescatados. "Después de todo no somos salvajes, somos ingleses y los ingleses son los mejores en todo. Así que debemos hacer lo mejor”. Pero pronto se verán en una pequeña y cruenta guerra librada por los nimios intereses de cualquier gobierno. Así, sus personajes representan, en un simbolismo simple, las partes de una sociedad organizada políticamente. Ralph, noble, poseedor de la caracola, encarna el espíritu de la democracia; Piggy, el gremio intelectual- quien es despreciado por tener asma y ser obeso -; Simón, el buscador de la verdad, el revolucionario, a quien le habla el señor de las moscas (la locura y la conciencia humana), y muere a manos de la turbamulta violenta de otros confusos niños; Jack, el fascismo; y , finalmente, los Sameric y los peques (los menores) que son una alegoría de la masa inconsciente y manipulable.Se confrontan allí la verdad y la fantasia, el conocimiento y el animismo. Y la resultante – la ideología – es la violencia connatural del hombre. De manera que la novela es, entonces, un bofetón a la idea del Robinson Crusoe, esto es, un hipotético buen salvaje, la creencia inútil en que el hombre en su estado más puro actúa amablemente y puede buscar la dicha sin acudir al terror, al avasallamiento o a ser dominado y vejado.
