(Autor: Joel Sierra)
(Fecha: Abril 2 de 2007)
DR-045
DR-045
La Fundación de Derechos Humanos “Joel Sierra”, DENUNCIA ante la opinión pública nacional e internacional, a través de la Red de Organizaciones no gubernamentales Defensoras de los Derechos Humanos del orden nacional e internacional, los siguientes hechos:1. El 21 de Marzo de 2007, a eso de las 5:20 p.m., aproximadamente, fue asesinado en el casco urbano de Saravena, el señor ALEXANDER CABALLERO RODRÍGUEZ, de 29 años de edad.
2. El día 25 de marzo, a eso de las 6:00 p.m., en el sitio conocido como la Caseta, de la vereda El Pescado, del municipio de Saravena, fue asesinado el señor EUGENIO RAMÓN ESPITIA, de 42 años de edad.
3. DAVID AGUDELO HENAO, de 31 años de edad, fue asesinado el 26 de marzo de 2007, en el municipio de Saravena.
4. Con estos nuevos asesinatos, se confirma una vez más que el departamento, sigue siendo una de las zonas más violentas del país, a pesar de la fuerte militarización y la ayuda económica y humana del imperio norteamericano, y del hecho de haber sido declarado como escenario de guerra, supuestamente para recuperar el control institucional.
5. La política de “seguridad democrática”, presentada por el gobierno nacional, como una estrategia para terminar con la violencia y la acción de los grupos armados de oposición, al contrario de reducir los hechos de sangre en el oriente colombiano los ha aumentado.
6. Hacemos un llamado para que los organismos de justicia y control del Estado, adelanten las investigaciones respectivas de los hechos, así como de las posibles omisiones y fallas del servicio en que eventualmente se hubiese podido incurrir, y se adopten urgentemente medidas destinadas a proteger a la población civil, salvaguardar sus derechos fundamentales y garantizar la paz.
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El anterior escrito no refleja necesariamente la postura política e ideológica de EL MACARENAZOO, por lo tanto no se responsabiliza del mismo. La imagen (tomada de: http://www.nadir.org/nadir/initiativ/agp/free/colombia/soldados.jpg), no hace referencia a la nota.
1 comment:
Seguimos haciendo caso omiso a la barbarie, ella camina de aquí para allá dejando su simiente mortal en nuestra tierra. Nada nos queda más que convivir con ella o añorar en el exilio. El tiempo de soñar con paliativos peores que el mismo mal debe cesar. ¿En manos de quién estamos si no de nosotros mismos?
Tal vez mañana cuando mi cuerpo yazca inerte en las calles que me vieron crecer, los que me quieren sentiran la necesidad de hacer algo: cualquier cosa. ¿Hasta cuando el luto de una madre anónima me seguirá desvelando?
No entiendo por qué morir es ley en un lugar donde la vida se hace significativa. ¿Seguridad Democrática? ¿Desde cuando los cadáveres necesitan que los escuchen, si ya no pueden hablar?
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